Reiki® es un método de sanación natural desarrollado por el Dr. Mikao Usui en Japón a fines del siglo XIX. Éste método se caracteriza por emplear la Energía Vital Cósmica, que es universal, infinita e inagotable, para traer equilibrio, armonía y sanación a quien lo recibe, al igual que a quien lo da.

Reiki es energía pura y universal, presentada en una de las formas más profundas. Contribuye con la claridad del flujo energético que circula por el cuerpo, al igual que logra equilibrar los centros de energía, relaja el cuerpo y la mente, al igual que ayuda en la meditación y concentración.

Por medio del uso de Reiki es posible eliminar los bloqueos de energía que se suelen acumular en el campo energético. El Reiki es un método muy versátil y beneficioso, que permite tratar no solo a seres humanos sino también animales, todo tipo de plantas, agua y alimentos, también objetos inanimados como piedras, minerales, cristales, etc.  Al igual que lugares, eventos, metas, emociones, traumas, etc.

La energía del Reiki inunda y nutre a la persona elevando su vibración. Se trabaja estimulando especialmente con los siete principales chakras. Mediante de la imposición de manos es que se hace posible que la Energía pueda fluir hacia el receptor de una manera muy poderosa, pero amigable; siguiendo un la cual, dependiendo del receptor, puede ser claramente percibida.

Si bien muchas personas poseen el don de sanar con las manos de forma innata, no todos los métodos que trabajan con la imposición de manos son Reiki. Para que una persona sea Reikista, además de pasar por un proceso de sintonización (iniciación), debe seguir el método y particularidades específicas que hacen diferente a este sistema de otros. El Reiki no proviene de un aprendizaje autodidacta obtenido a lo largo del tiempo, sino que se trata de una transmisión instantánea, de Instructor a Estudiante.

A diferencia de otras prácticas y sistemas de sanación que emplean la imposición de manos, el/la Terapeuta de Reiki, al momento de dar terapia no trabaja con su propia energía, sino que emplea la energía que proviene de la Fuente Universal  que fluye a través de él/ella. Por lo que el Reiki jamás debería dejar cansado al practicante ni traerle malestar o falta de energía.

Ésta energía es guiada por el poder superior, el cual es inteligente, abundante y trabaja más allá de la intención, la razón o de la voluntad del Reikista. Es una energía de “amor y compasión”, la cual no produce daño. El Reiki puede ser entendido como un canal hacia el Amor Incondicional.

Debido a que la energía del Reiki posee inteligencia propia, durante un tratamiento e independientemente de dónde se pongan las manos, esta fluirá dentro del receptor para llegar a las áreas donde el cliente más la necesite para su sanación. Ésta respeta el libre albedrío y el proceso de cada individuo, por lo que no provocará cambios si es que la persona no los desea para sí misma

El Reiki puede ser aprendido por prácticamente cualquier persona, independientemente de su religión y estilo de vida. Si bien es importante que sienta un llamado hacia la sanación y que desee practicarlo y ejercerlo continuamente, no es necesariamente un requisito porque:

“incluso si la intención del alumno no es la de convertirse en sanador o profesor de Reiki, el hecho de recibir la enseñanza y las sintonizaciones de Reiki auténticas supone un inmenso beneficio, puesto que la energía fluye a través de todo lo que somos y todo lo que hacemos, además de que todo el mundo necesita sanarse también a sí mismo” Diane Stein, Reiki Esencial 2, 2008 Ed. Robinbook. Pág 21

…y éste es el principal propósito del Primer Nivel: comenzar por sanarse a sí mismo(a).

No es una religión, tampoco es una práctica “New Age”. Para practicar este sistema no es necesario adoptar ninguna creencia ni dogma. Para muchos Reikistas este método incluso puede permitir comprender y compenetrarse más con la creencia espiritual de cada persona, ya que ayuda a aclarar las ideas, permite vivir el presente, sanar el pasado y proyectar un futuro adecuado y dirigido hacia su bienestar superior. Es un complemento para cualquier fe y también es un complemento para cualquier práctica curativa.

La energía del Reiki actúa en varios niveles. Tiene un efecto en el plano físico de la persona, mediante la mejora de la salud del cuerpo; en el plano emocional, eliminando bloqueos emocionales; en el plano mental, trabajando en las ideas, bloqueos mentales, fobias, etc.; y espiritual (astral), por medio de la elevación de la vibración, el contacto con el interior, el equilibrio y la purificación. No requiere mayor instrumento que el mismo ser y  se caracteriza por su simplicidad.

El Dr. Usui afirmaba que el Reiki ayuda a las personas a desplegar sus talentos adormecidos, encontrar su camino hacia la luz y volverse más vitales. Por esta razón es adecuado tanto para las personas que presentan enfermedades como con quienes no están enfermos, porque les ayudará a estar en forma, a obtener mejores resultados en sus actividades diarias y a lograr una mejor calidad de vida.

El Reiki actúa en muchas formas y el tipo de efecto y resultado también varia de acuerdo a cada quien. El requisito fundamental es que la persona que recibe Reiki, realmente esté abierta y dispuesta a aceptar el proceso curativo. Cada persona posee libre albedrío, por lo que también decide si desea sanar o no. Cada quien tiene su propio proceso y su propio tiempo. La sanación ocurre en diferentes niveles, actuando en varios planos de forma integral. No sólo en lo físico de una enfermedad, sino también en el proceso energético y metafísico de la misma.

El Reiki tiene un poder de cicatrización muy efectivo, es anti-inflamatorio, regula la presión arterial, baja la fiebre, calma el dolor y calma el sistema nervioso. Produce estados de ánimos equilibrados, trae tranquilidad y consuelo y ayuda a regular las emociones.

En los casos de situaciones persistentes, debido a las presiones sociales, traumas muy arraigados en el subconsciente, o a la exposición a espacios contaminados energética y síquicamente, el Reiki puede ser una llave para la limpieza profunda, liberación y renovación de la vitalidad y fuerza.
Existen varias escuelas y diversidad de métodos dentro del Reiki, pero a pesar de esta diversidad, todos surgieron de la misma fuente, y emplean el mismo principio energético.